Oviedo (EFE).- La reforma de la escala autonómica del impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF) diseñada por el Gobierno del Principado permitirá que casi ocho de cada diez contribuyentes ahorrarán, al menos, 119 euros al año.
La reforma, que el Ejecutivo encuadra en la vía fiscal asturiana, rebaja un punto el tipo que se aplica al primer tramo del impuesto, que pasa del 10 por ciento al 9 por ciento, y, además, se incrementa el mínimo personal y familiar exento, que se no modificaba desde 2015.
Por otro lado, se neutraliza cualquier beneficio para las rentas superiores a 55.000 euros, que no pagarán más ni menos tras la reforma y, para lograrlo, el cuarto tramo pasa del 18,5 por ciento al 19,2 por ciento.
También se incrementará el tipo que se aplica a las rentas más altas, aquellas que superan los 175.000 euros -unos 600 contribuyentes-, que pasan del 25,5 por ciento al 26 por ciento.
Impacto de 38 millones
El detalle de la modificación, fruto de un acuerdo entre la FSA-PSOE y Convocatoria por Asturies -que sustentan el Gobierno de coalición-, ha sido presentada por la vicepresidenta, Gimena Llamedo, el consejero de Ordenación del Territorio, Ovidio Zapico, y el titular de Hacienda y portavoz del Ejecutivo, Guillermo Peláez.
«Es el IRPF que Asturias necesita. Es el IRPF más progresivo y más justo. Es de justicia que quien más tenga más aporte», ha declarado Pelaéz, quien ha cifrado el impacto de la medida en 38 millones de euros.
Según ha comentado, el Ejecutivo prevé compensar esta merma económica teniendo en cuenta la previsión de crecimiento económico que se estima.
El consejero de Hacienda ha explicado que estas modificaciones, que comenzarán a aplicarse el próximo año, beneficiarán especialmente a las «clases medias y trabajadoras», dado que las más favorecidas serán las inferiores o iguales a 35.000 euros, que concentran al 76,4 por ciento de las personas declarantes y que ahorrarán, al menos, 119 euros al año.
Pelaéz pide al PP que apoye la medida
Peláez ha señalado que mientras la propuesta elaborada por el Gobierno asturiano ahonda en la «progresividad» de la vía fiscal asturiana y beneficia a la mayoría social de la comunidad, la del PP «beneficiaba especialmente a las rentas de más de 60.000 euros».
«El PP tiene un dilema. Si de verdad quiere beneficiar a las rentas más bajas, lo tiene fácil, debería apoyar nuestra medida», ha insistido el consejero de Hacienda.
Ante las críticas de los empresarios, que ven insuficiente la reforma, Peláez ha apuntado que el nuevo IRPF «da una respuesta clara a la mayoría social» y ha añadido que «hay que ver los intereses concretos cuando se hacen este tipo de valoraciones».
Grandes tenedores de vivienda
El Gobierno asturiano también llevará a cabo otra modificación fiscal relacionada con el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales, con el objetivo de favorecer el derecho a la vivienda.
En este caso, aplicará, desde el momento en que se apruebe, un gravamen del 15 por ciento a las transmisiones de inmuebles cuando el adquirente sea una persona física o jurídica que tenga la consideración de gran tenedor.
La consideración de gran tenedor se aplica a las personas físicas o jurídicas propietarias de más de diez inmuebles urbanos de uso residencial o una superficie construida de más de 1.500 metros cuadrados, también de uso residencial, por lo que quedan excluidos en todo caso garajes y trasteros, y a las que poseen cinco en zonas tensionadas.
El consejero de Vivienda, Ovidio Zapico, ha destacado que Convocatoria por Asturies comparte el «espíritu de estas reformas», porque avanzan en la «progresividad» del sistema y en la justicia social.
También ha valorado que el gravamen que se aplicará a los grandes tenedores de inmuebles trata de evitar «usos especulativos» y que la vivienda sea empleada para lo que es «concebida, albergar a familias».
Los del Ejecutivo han presentado este viernes la propuesta a la diputada del grupo mixto Covadonga Tomé, quien ha expresado su «cierta sintonía» con las medidas diseñadas por el Ejecutivo, en palabras de Llamedo. EFE