Pamplona (EFE).- El eurodiputado de EH Bildu Pernando Barrena ha solicitado este domingo en Pamplona la revisión de todas las condenas de personas encarceladas cuyas sentencias se han basado en «autoinculpaciones conseguidas bajo tortura» en dependencias policiales.
El Gobierno de Navarra ha reconocido esta semana a otras 21 personas, entre ellas Barrena, como “víctimas de vulneraciones de derechos humanos”, al amparo de la Ley Foral 16/2019 reconocimiento y reparación de las víctimas por actos de motivación política provocados por grupos de extrema derecha o funcionarios públicos.
Medidas de excepción
En una comparecencia ante los medios de comunicación frente al Parlamento de Navarra, Berrena ha destacado que «hubo años en los que el Estado utilizó cualquier tipo de medida de excepción para actuar contra el independentismo vasco».
En este sentido, ha recordado «legislaciones antiterroristas de excepción, las ilegalizaciones de partidos políticos o, cómo no, también la carta blanca a la utilización de técnicas de tortura contra los detenidos en dependencias policiales».

El eurodiputado ha asegurado que en Navarra unas 1.000 personas fueron torturadas, una circunstancia que «era ampliamente conocida por familiares, por supuesto, amigos, vecinos, conocidos, etcétera».
«Todo el mundo, más allá de su adscripción ideológica, sabía perfectamente que ser detenido por motivación política podría suponer muy fácilmente ser sometido a malos tratos y torturas en dependencias policiales», ha afirmado.
Reconocimientos del Gobierno de Navarra
Barrena ha comentado que algunos dirigentes políticos y medios de comunicación «llegaron a decir que esto era mentira, que la tortura no existía, que era todo una invención y que era algo que había sido de alguna manera orquestado, como con alguna intencionalidad política para dejar en mal lugar a las fuerzas de seguridad».

Por este motivo, ha valorado especialmente los reconocimientos que está realizando el Gobierno de Navarra. El objetivo de los mismos, ha subrayado, es «incorporar el relato de todas las personas que fuimos torturadas y pasamos por esa situación al relato de lo veraz, de lo que ocurrió, de los hechos. Ahí están y luego, a partir de ahí, cada uno que juzgue lo que quiera».
Revisión de condenas
Ha aseverado que la tortura «dejó muchísimas secuelas a cientos y cientos de personas», tanto físicas como psicológicas, y ha dejado otras consecuencias como la de las personas que «fueron encarceladas con sentencias con autos cuyos únicos sostenes probatorios eran las autoinculpaciones conseguidas bajo tortura, bajo amenazas, arrancadas contra la voluntad del detenido en dependencias policiales».
«Esta situación es totalmente injusta y creo que merece una atención especial. En definitiva, que se revisen las condenas de todas estas personas que hoy en día todavía están en prisión y se encuentran en esa situación», ha concluido.