Logroño (EFE).- Los trabajos de Iberdrola para soterrar la subestación eléctrica de Cascajos, en Logroño, que dará suministro a unas 80.000 personas, ya han finalizado, con una actuación de cerca de 6 millones de euros y que permitirá la creación de una plaza pública con zonas verdes junto a las estaciones de autobús y de tren.
El alcalde de Logroño, Conrado Escobar; el director de la Región Norte de i-DE (distribuidora del Grupo Iberdrola), Javier Arriola; la directora técnica de LIF 202, Mari Cruz Gutiérrez; y el consejero de Política Local de La Rioja, Daniel Osés, han asistido este jueves a la inauguración de esta nueva nueva infraestructura.
Ingeniería con mayúsculas
Escobar ha destacado la “labor de ingeniería con mayúsculas” que ha conllevado el soterramiento de la subestación, que suministrará “energía limpia y eléctrica” que abastecerá no solo al barrio de Cascajos, donde viven cerca de 16.000 personas, sino que es «la antesala de ese nuevo Logroño que se asoma, que es la zona sur”.
El soterramiento es fruto del convenio que firmaron el Ayuntamiento de Logroño e Iberdrola en 2021, sustanciado en la inversión conjunta del proyecto, en el que la istración local ha aportado 4,3 millones de euros y la empresa de comercialización de energía, 1,5.
Además, Iberdrola ha cedido de forma gratuita al Consistorio la parcela liberada tras la finalización de las obras, donde se creará una plaza pública con zonas verdes.