Madrid, 27 may (EFE).- Llevar a cabo una auditoría al Gobierno para frenar el «despilfarro» y reducir la inmigración y vincularla con el cumplimiento de las «normas y valores» de España son algunas de las propuestas que el líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, ha incluido en un decálogo con el que este martes ha oficializado su candidatura para ser reelegido presidente de su partido.
«La irregularidad no puede ser garantía para generar derechos. Quien venga a aportar será un ciudadano con derechos y obligaciones, pero quien no cumpla con nuestras normas y con nuestros valores, tendrá que irse por donde ha venido», ha apuntado el líder popular en una rueda de prensa en Génova, en la que ha presentado sus avales de la militancia.
Feijóo ha reunido 94.501 avales
Feijóo ha reunido 94.501 avales de militantes para revalidar su cargo como presidente de la formación, que presumiblemente se oficializará en el XXI Congreso nacional del partido, que se celebrará en Madrid los días 4, 5 y 6 de julio.
El líder del PP ha explicado que esta cifra supone el 71,8 % más que los presentados en 2022, cuando fue elegido presidente de la formación tras la polémica salida de Pablo Casado.
Aunque en el congreso del partido se aprobará una ponencia política que actualizará la línea ideológica de la formación, redactada, entre otros, por el presidente andaluz Juanma Moreno y el castellanoleonés Alfonso Fernández Mañueco, Feijóo ha esbozado hoy algunas de sus líneas, con un «decálogo del cambio que España necesita».
«Pretendo que este decálogo quede finalmente recogido en la ponencia política y que será de inmediata aplicación si llego al Gobierno de España», ha apuntado.
Auditoría general
Realizar una auditoría general del gobierno frente «al despilfarro» de Pedro Sánchez; revisar las 97 subidas de impuestos ejecutadas por el Gobierno y con ello bajar los impuestos; la eliminación de la burocracia; aumentar la oferta de vivienda y abogar por un mix energético limpio y competitivo que asegure el suministro son algunas de las propuestas.
También se hablará del agua y las infraestructuras hídricas; de una inmigración «legal, segura y ordenada»; de favorecer la inversión, la competitividad y el talento; de revertir los «abusos» de Pedro Sánchez contra las instituciones del Estado y de devolver «la igualdad a los españoles».
No es un trámite, sino el camino a Moncloa
Feijóo, quien hace dos semanas anunció el adelanto del congreso del PP ante la urgencia de reforzar el partido de cara a las elecciones generales, ha afirmado que no se presenta a la reelección «como un mero trámite».
«Me presento para ganar la presidencia y las responsabilidades que conlleva ser presidente del Partido Popular y por tanto, como paso previo a obtener la confianza de la mayoría de los españoles», ha afirmado.
Feijóo se ha comprometido a «dar todas las batallas» para poner «claridad ante la oscuridad que representa este Gobierno».
«Este congreso es importante para el partido, pero es mucho más importante para España, pues tenemos la obligación política de reconstruir lo que Sánchez ha destruido», ha agregado.
No será el único candidato
Aunque no está prevista una lucha entre iguales, Feijóo no será previsiblemente el único candidato, pues el expresidente de las Nuevas Generaciones del PP de la Comunitat Valenciana José Luis Bayo ha anunciado que mañana presentará sus avales.
Actualmente, el PP elige a su presidente en un proceso de primarias no abiertas (limitada a los afiliados que estén al corriente del pago de las cuotas), en una elección a dos vueltas.
El sistema, que será reformado en el próximo congreso, es mixto y escalonado. Hay una primera vuelta que se celebra antes del congreso en la que los afiliados votan al candidato a la presidencia del partido y también a los compromisarios que participarán en el congreso.
Si uno de los candidatos logra el 50 % de los votos y una ventaja de al menos 15 puntos sobre el segundo, se proclama candidato directo y si ninguno lo logra, los dos más votados pasan a la segunda vuelta.
Esta se celebra en el congreso y son los compromisarios quienes votan, por lo que puede darse la situación de que el candidato más votado en la primera vuelta no sea el elegido finalmente, como sucedió en el congreso de 2018, cuando Soraya Sáenz de Santamaría fue la más votada en la primera vuelta, pero Casado ganó la segunda y fue finalmente el presidente.
