Madrid (EFE).- La vicepresidenta tercera del Gobierno, Teresa Ribera, ha responsabilizado hoy al PP de haber frenado las actuaciones y obras de emergencia que estaban previstas en el barranco del Poyo, en Valencia, una de las zonas donde se desencadenaron las inundaciones del pasado 29 de octubre.
Lo ha hecho en la sesión de control al Gobierno en el Congreso, donde ha respondido a dos preguntas del PP sobre el balance que hace de su gestión al frente de su Departamento y sobre las actuaciones que ha hecho su Ministerio para prevenir la catástrofe provocada por las riadas que han causado la muerte de más de doscientas personas.
Teresa Ribera ha aseverado, en la primera de las preguntas -que le ha formulado el portavoz del PP en la cámara, Miguel Tellado- que «cada uno tiene que asumir sus responsabilidades», y ha defendido el rigor y la seriedad con que han trabajado su departamento y los técnicos de la Agencia Estatal de Meteorología y de la Confederación Hidrográfica del Júcar.
«Siempre bajo el mando único» de la Generalitat
Poco después, en su comparecencia para dar cuenta de la gestión de su ministerio, ha responsabilizado a la Generalitat valenciana de la gestión de la dana, ha negado que hubiera apagón informativo de la Aemet y la Confederación Hidrográfica del Júcar y ha subrayado que estos organismos actuaron siempre bajo el mando único del Gobierno autonómico.
Ha considerado que la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) y la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) generaron «alertas e informaciones adecuadas» respecto a la dana que arrasó Valencia operando «antes, durante el día 29 y después» bajo el mando único de la Generalitat valenciana.
En este sentido, ha insistido en que la ley genera dos competencias a la istración central: generar avisos y prestar apoyo al mando único de la emergencia, lo que, afirma, se cumplió, mientras que «los servicios de Protección Civil autonómicos son los responsables de ar con los ayuntamientos, emitir alertas e identificar medidas para la protección de la población».
Un fenómeno excepcional
La también ministra para la Transición Ecológica ha insistido en que «nunca hubo apagón informativo» porque de hecho avisos como los emitidos por Aemet son «lo más importante para minimizar daños» y «el nivel de afección depende de cómo se actúe ante un aviso rojo», alertando con tiempo a la población.
«De poco sirve tener toda la información necesaria si el que tiene que responder no sabe cómo hacerlo», ha agregado, para recalcar después la importancia de contar con protocolos de respuesta ágiles.
Ha dicho también que la dana del 29 de octubre tuvo un carácter «excepcional», puesto que «sólo 1 de cada 400 avisos por lluvia emitidos en los últimos cinco años ha sido rojo», y en este caso «se desmarca de lo que los mapas consideraban hasta ahora como de posibilidad alta o media -con retornos de 100 años- o baja -con retornos de 500-«.
Para hacer frente al desastre, ha asegurado que el Gobierno puso en marcha soluciones de emergencia «desde el primer momento» destinadas a reparación de infraestructuras hidráulicas, limpieza, drenajes y otras.
La mayoría parlamentaria culpa a Mazón
En sus réplicas, la mayoría de los grupos parlamentarios han coincidido en señalar al presidente valenciano, Carlos Mazón, como máximo responsable de la tragedia provocada por la dana del 29 de octubre, aunque han apuntado también hacia el Gobierno de Pedro Sánchez al entender que debería haber hecho más.
Excepto el PP, que ha cargado exclusivamente contra el Gobierno, y Vox, que ha repartido culpas aunque ha denunciado sobre todo la «inacción dolosa» del Ministerio de Transición Ecológica, el resto de formaciones han culpado mayoritariamente del desastre a la Generalitat.
El PP ha hecho responsable a la ministra porque, entre otras cosas, la Confederación Hidrográfica del Júcar, según la diputada Ester Muñoz, no envió «en tiempo y forma» los informes de la rápida crecida del barranco del Poyo y le ha echado en cara que no haya ido ni una sola vez a visitar la zona y que la tarde del 29 de octubre «no se enteró de nada», porque «estaba preparando los exámenes en Bruselas».
Para José María Figaredo, de Vox, Ribera está «absolutamente incapacitada» tanto para ser comisaria europea como ministra, por su «nefasta» gestión de la catástrofe, ya que conocía el riesgo y no ha hecho nada desde que fue nombrada ministra en 2018. «Su fanatismo climático ha matado a más de doscientos españoles», ha afirmado.
