Moraleja del Vino (Zamora) (EFE).- Familiares, amigos y vecinos de las localidades zamoranas de Moraleja del Vino y Calzadilla de Tera han mostrado su dolor este viernes por la muerte del niño de tres años que falleció atragantado cuando ingería una uva el pasado miércoles por la tarde en un parque de la capital zamorana.
En Moraleja del Vino, donde viven sus padres, se ha guardado este mediodía un minuto de silencio en memoria del pequeño mientras en Calzadilla, de donde desciende la familia paterna, se ha celebrado el entierro en el cementerio de la localidad.
El minuto de silencio en la Plaza Mayor de Moraleja del Vino, frente a la Casa Consistorial, ha concentrado a un centenar de vecinos que han concluido el acto con aplausos.

Entre ellos ha estado el alcalde de este municipio del alfoz de Zamora, Roberto Álvarez, que ha recordado a EFE que junto al minuto de silencio también se han guardado tres días de luto oficial en el que las banderas ondean a media asta y el Ayuntamiento ha estado representado en el funeral y ha enviado una corona en nombre del municipio y de su escuela infantil.
Dolor en la guardería municipal
Ha señalado que el pequeño Álvaro ha ido desde que era un bebé a la guardería municipal de Moraleja del Vino, cuyas trabajadoras se encuentran «muy afectadas» por lo ocurrido.
Por su parte, el diputado provincial Juan del Canto se ha sumado al pésame a la familia y ha transmitido todo el cariño y apoyo de la institución provincial a la familia ante lo que ha definido como «una tragedia».
El niño se encontraba en el parque de los Tres Árboles de la capital zamorana, una zona de esparcimiento, cuando se atragantó con una uva y murió pese a los intentos de reanimación de agentes de la Policía Municipal y personal sanitario de Sacyl. EFE