Santander (EFE).- El Museo de Arte Moderno y Contemporáneo de Santander (MAS) ha concluido sus obras de rehabilitación y reabrirá el próximo 18 de mayo, tras seis años cerrado por el incendio que asoló el edificio en noviembre de 2017.
La apertura coincidirá con el Día Internacional de los Museos, según ha avanzado este viernes la alcaldesa de Santander, Gema Igual, durante una visita al edificio renovado.
Según la regidora santanderina, durante los próximos meses se gestionará el traslado de la zona istrativa y parte de los fondos, que ha albergado la Fundación Caja Cantabria (Casyc) y tras una reunión del comité asesor, en febrero se hará público el contenido de esa primera exposición.
Las obras concluyen tras una inversión por parte del Consistorio de 3,8 millones de euros, de los cuales 780.000 euros han salido de fondos europeos y 1,2 millones son procedentes del seguro del incendio.
Nuevos espacios
El edificio cuenta con 12 nuevos espacios y cuatro plantas, incluida una en el sótano que hace accesible el museo y que albergarán, ha señalado Igual, una colección permanente y dos temporales que saldrán de las 5.500 obras que posee el museo.
El museo, situado en pleno centro de la capital cántabra junto a la que fue casa de Marcelino Menéndez Pelayo y hoy es la Biblioteca que lleva su nombre, fue construido por el arquitecto Leonardo Rucabado, y en la rehabilitación se ha respetado la escalera original y el exterior del edificio.

El MAS cuenta con una colección de arte clásico compuesta por 200 obras; una de arte moderno con 1.900; 1.300 piezas de arte contemporáneo; dos xilografías; 2.000 piezas de numismática; 400 de medallística y una colección de 900 piezas de prehistoria e historia natural.
La alcaldesa de Santander ha celebrado que estas obras tendrán «un nuevo escaparate» a partir de mayo, aunque no para todas las piezas catalogadas, ya que «no caben absolutamente todos» los fondos.
La regidora ha estado acompañada por el arquitecto de Cero Arquitectura, David Ceballos, quien se ha encargado de la obra, y que ha señalado que cada una de las plantas se estructura en tres cuerpos, el cuerpo central, y dos áreas configuradas al norte.
En el ala norte se encuentran las grandes salas del museo, en lo que antaño fue la biblioteca.
El arquitecto ha indicado que la obra ha buscado «respetar al máximo la arquitectura original» y los cambios introducidos son para «que el uso siga siendo el de museo».