Santa Cruz de Tenerife (EFE).- La presidenta del Cabildo de Tenerife, Rosa Dávila, ha afirmado que la ecotasa en el barranco de Masca ha supuesto “un giro radical” a la masificación que vivía este espacio protegido, con una reducción del 76 % de los visitantes y una recaudación de 650.000 euros en entradas, lo que “sienta las bases” para aplicarlo en otros puntos en 2026.
Dávila ha ofrecido este lunes una rueda de prensa acompañada de la consejera de Medio Natural, Sostenibilidad y Seguridad y Emergencias, Blanca Pérez; y el director insular de Medio Natural, Pedro Millán, al cumplirse un año de la aprobación de esta medida.
“Hemos sentado las bases y ahora ya tenemos la experiencia de un año para trabajar en otros espacios naturales protegidos como son Anaga, Teno o el Teide, de cara al año 2026. Implantando ecotasas allí también. Masca es la prueba de que estamos trabajando con medidas concretas, valientes y en muchos casos nunca aplicadas en esta isla”, ha declarado Dávila
Para la presidenta insular, la regulación del del barranco del sendero del barranco de Masca al embarcadero ha supuesto un giro radical en la gestión de este enclave natural y ha puesto fin a los episodios de masificación, reduciendo de forma drástica los rescates y también recuperando, «de forma ya visible», los ecosistemas del barranco.
También ha valorado la generación de puestos de trabajo local para los vecinos.
En años anteriores, ha continuado, los visitantes rondaban las 100.000 personas, sin “ningún tipo de control, ni de guía, ni de conocimiento por parte del sistema de gestión”, frente a los 24.000 que han solicitado su plaza este año para transitar por el sendero.
“El barranco de Masca era un punto negro con el mayor número de emergencias en toda la isla. Eso ha dejado de ser considerado así gracias al nuevo modelo. La ecotasa no solamente ha beneficiado al medio ambiente sino también a la experiencia de los visitantes y supone un alivio para nuestros servicios de emergencia que ahora pueden destinar sus recursos a otras áreas críticas de la isla”, ha dicho Dávila.
Las medidas incluyen que únicamente puedan acceder al sendero quienes hayan reservado previamente, con disponibilidad para los días viernes, sábado y domingo, además, desde abril de este año, es obligatorio que los senderistas vayan en guagua desde Santiago del Teide, para reducir el número de vehículos que llegan hasta el caserío.
Y, por último, la salida del barranco para los visitantes que completen el sendero se hace por el mar, a través del embarcadero situado al final de la ruta, todo ello por un precio que asciende a los 38 euros para los turistas extranjeros, un precio simbólico para los residentes en otras islas y gratuito para los residentes en Tenerife. EFE