Cádiz (EFE).- La Guardia Civil ha impedido esta madrugada la introducción de varias petacas de gasolina destinadas a abastecer narcolanchas, operaciones que han llevado a cabo en los municipios gaditanos de Chipiona, Conil y Barbate.
Fuentes de la Guardia Civil han informado este domingo en una nota de prensa de que la primera operación fue gracias al Sistema de Vigilancia Exterior (SIVE) de Chipiona. Los radares de este dispositivo alertaron de la presencia de una embarcación semirrígida de 14 metros de eslora con cuatro motores de 300 caballos (CV).
Los narcotraficantes acorralados por la embarcación de la Guardia Civil ‘Río Iro’ huyeron a tierra. Y allí abandonaron la embarcación con 160 garrafas de gasolina en su interior.
Quince garrafas en Conil
Otra de las petacas de gasolina tenía 15 garrafas. Fueron intervenidas por la patrulla de seguridad ciudadana de la Guardia Civil en la playa del Frailecillo de Conil, junto al cabo de Roche. Allí dos personas que estaban ocultándolas fueron identificadas.
Más tarde, el SIVE detectó la presencia de otra embarcación en la playa del Botero, en Barbate. Allí acudió una patrulla de seguridad ciudadana de la Guardia Civil y agentes de la Policía local de Barbate.
Los efectivos encontraron el rastro de una embarcación de cinco metros de eslora. Fue arrastrada por tierra hasta fincas aledañas a la línea de playa, y cuyo destino final están investigando.
El ‘petaqueo’, delito
Por otra parte, un pionero auto de la Audiencia Provincial de Cádiz enmarca el suministro de gasolina para las narcolanchas, conocido como petaqueo, como un delito contemplado en el artículo 568 del Código Penal. Puede ser castigado con hasta ocho años de prisión.
Este auto de la Sección Séptima de la Audiencia Provincial de Cádiz, con sede en Algeciras, puede ser una útil herramienta para los agentes de la lucha contra el narcotráfico. Estos desde hace años ven con impotencia como el ‘petaqueo’, una actividad logística vital para las narcolanchas, ha crecido desmesuradamente. Y está en una especie de limbo legal por el que los ‘petaqueros’, cuando se les detiene con miles de litros de gasolina, suelen enfrentarse únicamente a una sanción istrativa. EFE
